domingo, 1 de mayo de 2011

Indígnate CP2

La razón de la resistencia, es la indignación
  Se osa decirnos que el Estado no puede asegurar los costos de estas medidas ciu- dadanas. Pero ¿cómo puede faltar hoy dinero para mantener y prolongar estas con- quistas  si la producción de riquezas ha aumentado considerablemente después de la Liberación, período en el que Europa estaba arruinada? Por el contrario, el poder del dinero, tan combatido por la Resistencia, no ha sido nunca tan insolente, tan egoísta, con sus propios servidores hasta en las más altas esferas del Estado. Los ban- cos, a partir de ahora privatizados, se muestran pendientes de sus dividendos, y de los elevados salarios de sus dirigentes, no del interés general. La distancia entre los más pobres y los más ricos no ha sido nunca tan importante; y la carrera por el di- nero, la competición, nunca tan animada.
  El motivo de base de la Resistencia era la indignación. Nosotros, veteranos de los movimientos de resistencia y de las fuerzas combatientes de la Francia libre, llama- mos a las jóvenes generaciones a hacer vivir, a transmitir, la herencia de la Resisten- cia y sus ideas. Nosotros les decimos: ¡Tomad el relevo, indignaos! Los responsables políticos, económicos, intelectuales y el conjunto de la sociedad no deben renunciar, ni dejarse impresionar por la actual dictadura internacional de los mercados finan- cieros que amenaza la paz y la democracia.
 
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  Yo os deseo a todos, a cada uno de vosotros, que tengáis vuestro motivo de indig- nación. Es preciso. Cuando alguna cosa os indigna como yo he sido indignado por el nazismo, entonces llegamos a ser militantes, fuertes y comprometidos. Nos unimos a esta corriente de la historia, y la gran corriente de la historia debe seguirse gracias a cada uno. Y esta corriente va hacia más justicia, más libertad, pero no esta libertad incontrolada del zorro en el gallinero. Estos derechos, que la Declaración Universal escribió en el programa en 1948, son universales. Si conocéis a alguien que no los goce, ayudadle a conquistarlos.
 

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